miércoles, 10 de junio de 2009

EL SINCRETISMO RELIGIOSO DEL NACIMIENTO DE CRISTO



Sin duda alguna un acontecimiento importante en la historia de los Reyes Magos fue la aparición de la Estrella de Belén que los guiaría hasta el sitio donde nacería Jesucristo el Mesías. Por lo mismo su fecha de nacimiento es de vital importancia. Sin embargo no se conoce a ciencia cierta la fecha de su nacimiento. Sabemos que nació la noche de entre el 24 y 25 de diciembre del primer año de nuestra era"
El problema de la fecha ocasionó que en la antigüedad se llegaran a plantear 136 fechas diferentes, lo cual no ayudaba mucho para ponerse de acuerdo en las celebraciones religiosas.
Ciertamente los primeros cristianos no consideraban muy importante celebrar en determinada fecha la natividad pero predominantemente lo hacían el 6 de enero como lo continúan celebrando los ortodoxos griegos, etíopes y sirios, y que en menor medida conservan los católicos en su calendario litúrgico como la Epifanía o Manifestación del Mesías. Sin dar mayores detalles, San Clemente de Alejandría escribió que ciertos teólogos egipcios habían determinado que Jesús nació un 20 de abril o el 6 de enero. Lamentablemente no existe ningún registro de sus deducciones.
En realidad el 25 de diciembre fue oficialmente considerado como la fecha de Navidad por el Papa Julio I hacia el siglo IV por varias razones, entre las que destacaba el restar importancia a algunos ritos paganos que se celebraban en la misma fecha. También en la misma fecha los soldados romanos festejaban a Mitra, un dios védico cuyo culto se originó en la India y se extendió por Persia y alcanzó Roma













Adoración a los Reyes Magos, el Bosco.

Pero más que nada, la determinación del 25 de diciembre como la navidad tuvo razones simbólicas y sincréticas, debido a que ese día se celebraba el "Dies Natalis Invicti Solis" (día del nacimiento del Sol invicto), fecha de alegría establecida por el emperador Aureliano hacia el año 274. Hacia el 21 de diciembre. Ese día el Sol alcanza su punto más declinante hacia el sur y las noches son más largas (simbólicamente, las tinieblas vencen a la luz divina). Pero después de un corto periodo, el Sol remonta rumbo a la primavera con lo cual cada día las noches serán más cortas y la luz predomina. Esto simbolizaba para los antiguos un ciclo de pasión, muerte y resurrección en la cual la luz divina o la deidad solar vencía a las tinieblas del mal. Y no me negaran el divino simbolismo solar de se le ha atribuido a Cristo...
Fue así como se escogió el 25 de diciembre como la Navidad, pues era el nacimiento de un nuevo sol que con su luz se abriría paso entre las tinieblas.
Pero el problema del nacimiento de Cristo, no se remonta exclusivamente a un día del año. ¡Incluso el año se calculó mal! Hacia el año 526 de nuestra era, el uso de dos calendarios distintos en oriente y occidente produjeron una desigualdad de cómputo tan grande que fue necesario unificarlos. Para corregir las diferencias entre el calendario judío y el romano, el papa Juan I recurrió al monje Dionisio el Exiguo para que realizara los estudios de cronología necesarios para uniformizar el cómputo y evitar que la pascua se celebrara en dos fechas distintas, el mismo año. Dionisio, era un monje nacido hacia el año 460 en Escitia. Era famoso por su erudición, y anteriormente se había encargado de investigar la fecha de los concilios de Oriente, además de traducir del griego diversas obras teológicas. Para la nueva misión, consultó todas las obras escritas por los antiguos cronógrafos que se conservaban en las bibliotecas de Roma. En aquel entonces el cómputo de los años se regía por el llamado calendario diocleciano, impuesto por el emperador Diocleciano y que arrancaba, no desde la fundación de Roma, sino desde el inicio de su mandato (284-313). Dionisio el Exiguo consideraba poco conveniente que el mundo cristiano contara los años a partir de la era de un conocido "perseguidor impío de la iglesia" y prefirió en contra partida iniciar un cómputo a partir del nacimiento de Cristo.
Ocurre que cuando se uniformizaron los calendarios de oriente y occidente, Dionisio el Exiguo fijo la fecha del nacimiento de Cristo hacia el año 753 de la fundación de Roma. Pero no tomó en cuenta un pequeño detalle: ¡Herodes el Grande había muerto en el 750, cuatro años antes! Es obvio que el venerable monje cometió un soberano resbalón. Con ello, Cristo debió nacer hacia el 748 o 749 de la fundación de Roma, uno o dos años antes. Tal parece que Dionisio no se dio cuenta de su equivocación. Su obra "Sobre la Pascua" que popularizo su calendario fue aceptado en todo el mundo cristiano. Dionisio el Exiguo murió entre el 537 y el 555.Aunque Beda tenía ciertas dudas sobre la exactitud del calendario de Dionisio, tal parece que nunca se dio tiempo de verificarlo. La Iglesia francesa asumió el sistema de cómputo en el 742 por medio del "Concilium Germanicum" y posteriormente las Iglesias de Hispania e Italia. Irónicamente fue Roma la ultima en adoptarlo, puesto que continuaban con el cómputo introducido por Constantino en el año 312. Seria en el siglo IX cuando Roma se adaptaría al "cómputo cristiano" con todo y su "error".
Y el error en el cómputo prevalece hasta la actualidad...
Por el error en la muerte de Herodes, la era cristiana parecía desfasada cuatro años del verdadero nacimiento de Jesucristo. Por si fuera poco, recordaremos por las escrituras, que Herodes ordenó matar a todos los niños menores de dos años, lo cual nos indica que Jesús ya estaba algo crecido. Hasta aquí es de suponerse que el año del nacimiento de Cristo se remonta al año 6 antes de nuestra era. Si a esto le agregamos que el edicto de empadronamiento que ordenó el emperador Augusto, al que tuvo que acatar José y dirigirse a Belén, fue promulgado en el año 8 "antes de Cristo", nos da un rango de fechas en los cuales podemos tener la seguridad de no errar.
Hasta este momento todo lo que estamos obteniendo a partir de una investigación histórica, pero a partir de aquí utilizaremos una curiosa relación que de otra forma jamás obtendríamos la fecha del nacimiento de Cristo. Emplearemos astronomía, astrología, religión y tradición. Recordemos que en aquel tiempo la astronomía y la astrología aún estaban unidas, y que ciencia y religión no estaban tan desvinculadas en la mente del hombre como creemos que están ahora.


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