miércoles, 10 de junio de 2009

RELIGION Y ASTRONOMIA














Para construir los calendarios, nuestros ancestros debían mantener registros de las estrellas, el sol, la luna, por largo tiempo. Los babilonios por ejemplo, mantenían registros detallados del sol y de esa forma fueron capaces de predecir eclipses con una gran exactitud.
Estos dioses, a su vez, llegaron a identificarse con objetos celestiales - la ciudad divina de Babilonia, Marduk tenía como símbolo el planeta Júpiter; y Nurta, el Dios de la guerra, era Saturno y así sucesivamente. Queda claro entonces que sólo los sacerdotes podían hablar con autoridad acerca del deseo de los dioses, ya que ellos estaban en contacto diario con los dioses y conocían sus verdaderas caras.
Dentro de esta actitud hacia los objetos celestes, corresponde asociar a muchos templos y monumentos el carácter de observatorios usados por los sacerdotes en su trabajo. La torre de Babel era un ejemplo de una estructura de este tipo. A esta torre también se conocía como el templo de los siete ángeles mensajeros. Aún más interesantes eran algunos templos del Egipto antiguo. Estos fueron construidos de tal forma que en ciertos horarios la luz externa podía pasar libremente a través de sus ejes en línea recta hacia el santuario. Durante casi todo el tiempo el templo estaría envuelto en la oscuridad, pero una vez al año - y aún entonces, sólo por un corto tiempo - el santuario sería inundado con la luz del sol. Este evento dramático, el cual señalaba el comienzo de un año nuevo, ocurría, no por casualidad ciertamente, en el instante del solsticio de verano, cuando el sol alcanza el punto más alto de su trayectoria. En el caso de Egipto, el significado de aquel evento iba aún más lejos, ya que su ocurrencia coincidía con el comienzo de la subida del río Nilo. Este suceso daba a la tierra el agua tan deseada. Claramente, un evento de tal magnitud merecía ser conmemorado anualmente con un espectáculo igualmente impresionante.
Las tablas de arcilla de los babilonios constituyeron los primeros registros astronómicos. De particular interés son los sumerios quienes habitaban la región sur entre el Tigres y el Éufrates, ellos fueron los inventores de la escritura cuneiforme en la cual cada sonido consistía de una vocal y una o dos consonantes y estaba representado por un carácter especial. Los sumerios basaban sus cálculos en un sistema sexagenario de números; en lugar de usar una base diez como lo es nuestro
Sistema, el sistema decimal, ellos usaban la base 60. Este sistema aunque complicado, está especialmente adaptado para registrar observaciones, por permitir una subdivisión mayor que el sistema decimal actual. Nuestra costumbre de dividir un grado en 60 minutos o un arco de un minuto en 60 segundos se remonta al sistema sexagenario babilonio.
Los astrónomos babilonios estaban interesados en determinar la apariencia de la nueva luna para su calendario, pero los egipcios centraban su interés en Sirius, cuya aparición estaba conectada con la importante subida del Nilo. En un comienzo puede haber sido una coincidencia, pero cuando los sacerdotes egipcios notaron que Sirius - aquella brillante estrella cerca de Orión - aparecía en los instantes previos del amanecer, precisamente en la época donde el Nilo iniciaba su crecida. Aquel evento era particularmente destacado, ya que previo a este hecho, Sirius había amanecido (comenzado a elevarse en el horizonte) después del sol y, por lo tanto, no podía ser visto. Como resultado, los egipcios concluyeron que el amanecer de Sirius marcaba el comienzo de un nuevo año y de hecho era responsable por la subida del Nilo. Los egipcios fueron también los autores de un año de 365 días. Originalmente, ellos, al igual que los babilonios, mantenían un ciclo lunar, donde tenían 12 meses iguales cada uno de 30 días. Más tarde para que el nuevo año coincidiera con la salida de Sirius 5 días adicionales tuvieron que ser añadidos.
De la misma forma como los egipcios usaron Sirius como referencia para construir sus calendarios, los mayas de América Central ajustaron su calendario con el movimiento de Venus. Este planeta jugaba un papel muy especial en la religión maya, porque después del Sol era el principal o el Dios más importante, habiendo incluso desplazado al Dios Luna. Para determinar el periodo de Venus exactamente - el tiempo que le toma dar la vuelta completa - no es una operación simple ni siquiera hoy, pero los mayas parecen haberlo logrado, como puede ser visto de un antiguo manuscrito uno de los tres en existencia. Desafortunadamente no mucho más se conoce acerca de las actividades astronómicas de los mayas, aparte de sus calendarios, los cuales eran el motivo de su arte y fueron usados para decorar todos sus edificios. Existe cierta sospecha que ellos constituían un pueblo con mentalidad astronómica. Al reconstruir las posiciones de los objetos celestes a través de los tiempos se concluye que la cronología maya tomó su punto de partida de un singular evento, la conjunción o unión de la luna, Venus, mercurio, Marte y Júpiter. Un evento como este es raro. Ocurrió el 25 de Mayo del 482. Esta fecha se señala como el posible punto de partida del calendario maya.
La Astronomía moderna ha recorrido un largo camino desde estas antiguas creencias y supersticiones, pero tiene que agradecer a los sacerdotes y astrólogos por iniciar al hombre en la búsqueda de lo desconocido y despertar su curiosidad - el ingrediente necesario de la investigación y entendimiento, sin el cual la ciencia moderna no sería posible. Para continuar a lo largo de este camino iniciado por nuestros predecesores, debemos acercarnos un poco al entendimiento del mundo en el cual vivimos, quizás también a un aprecio del orden y belleza que envuelve a sus constituyentes.

NICOLAS COPERNICO Y LA TEORIA HELIOCENTRICA


















“La Teoría heliocéntrica es la que sostiene que la Tierra y los demás planetas giran alrededor del Sol”
Nicolás Copérnico (1473-1543), astrónomo polaco, conocido por su teoría Heliocéntrica que había sido descrita ya por Aristarco de Samos, según la cual el Sol se encontraba en el centro del Universo y la Tierra, que giraba una vez al día sobre su eje, completaba cada año una vuelta alrededor de él.Copérnico nació el 19 de febrero de 1473 en la ciudad de Thorn (hoy Toru), en el seno de una familia de comerciantes y funcionarios municipales. El tío materno de Copérnico, el obispo Ukasz Watzenrode, se ocupó de que su sobrino recibiera una sólida educación en las mejores universidades. Copérnico ingresó en la Universidad de Cracovia en 1491, donde comenzó a estudiar la carrera de humanidades; poco tiempo después se trasladó a Italia para estudiar derecho y medicina. En enero de 1497, Copérnico empezó a estudiar derecho canónico en la Universidad de Bolonia.En 1500, Copérnico se doctoró en astronomía en Roma. Al año siguiente obtuvo permiso para estudiar medicina en Padua (la universidad donde dio clases Galileo, casi un siglo después). Aunque nunca se documentó su graduación como Médico practicó la profesión por seis años en Heilsberg. A partir de 1504 fue canónigo de la diócesis de Frauenburg. Durante estos años publicó la traducción del Griego de las cartas de Theophylactus (1509), estudió finanzas y en 1522 escribió un memorando sobre reformas monetarias.Sus trabajos de observación astronómica practicados en su mayoría como ayudante en Bolonia del profesor Domenico María de Novara dejan ver su gran capacidad de observación. Fue gran estudioso de los autores clásicos y además se confesó como gran admirador de Ptolomeo cuyo Almagesto estudió concienzudamente. Después de muchos años finalizó su gran trabajo sobre la teoría heliocéntrica en donde explica que no es el Sol el que gira alrededor de la Tierra sino al contrario.Esta teoría sin embargo también requería de complicados mecanismos para la explicación de los movimientos de los planetas, debido a la perfección de la esfera. Estimulado por algunos amigos Copérnico publica un resumen en manuscrito, en sus comentarios establece su teoría en 6 axiomas, reservando la parte matemática para el trabajo principal que se publicaría bajo el título "Sobre las revoluciones de las esferas celestes".A partir de aquí la teoría heliocéntrica comenzó a expandirse. Rápidamente surgieron también sus detractores, siendo los primeros los teólogos protestantes aduciendo causas bíblicas. En 1616 La iglesia Católica colocó el trabajo de Copérnico en su lista de libros prohibidos.La obra de Copérnico sirvió de base para que, más tarde, Galileo, Brahe y Kepler pusieran los cimientos de la astronomía moderna.

Las hipótesis fundamentales de la Teoría Copernicana son:
El mundo (universo) es esférico.
La Tierra también es esférica.
El movimiento de los cuerpos celestes es regular, circular y perpetuo o compuesto por movimientos circulares.
Se distinguen varios tipos de movimientos:
Movimiento diurno: Causado por la rotación de la Tierra en 24 horas y no de todo el universo.
Movimiento anual del Sol: Causado por la traslación de la Tierra alrededor del Sol en un año.
Movimiento mensual de la Luna alrededor de la Tierra.
Movimiento planetario: Causado por la composición del movimiento propio y el de la Tierra. La retrogradación del movimiento de los planetas no es más que aparente y no un movimiento verdadero, y es debido al movimiento de traslación de la Tierra alrededor del Sol.
El cielo es inmenso respecto a la magnitud de la Tierra.
El orden de las órbitas celestes. Tras criticar el orden que la astronomía ptolemaica asignaba a los planetas, da el orden correcto de su alejamiento del Sol.

GALILEO GALILEI


“La Teoría geocéntrica es una antigua teoría de ubicación de la Tierra en el Universo. Coloca la Tierra en el centro del Universo y los astros “
Galileo nació en Pisa en 1564, hijo de Vincezo Galilei, con grandes estudios en música, y Giulia Ammannati. Estudió en Pisa, donde más tarde, ostentaría la cátedra de matemáticas desde 1589 hasta 1592. Cuando fue nombrado catedrático de matemáticas en la Universidad de Padua, en donde permaneció hasta 1610. Durante esos años llevó a cabo estudios y experimentos de mecánica. Además construyó un termoscopio. También diseñó y fabricó un compás para uso geométrico y militar, con su propio manual de instrucciones. En 1594 obtuvo la patenete para máquinas elevadoras de agua. Inventó el microscopio y construyó un telescopio, con el que hizo observaciones celestes, siendo la más destacada, el descubrimiento de los satélites de Júpiter. En 1610 fue nominado al matemático más destacado de la Universidad de Pisa, y recibió el título Grand Duke de Tuscany en matemáticas. Estudió Saturno y observó las fases de Venus. En 1611 se mudó a Roma. Lo nombraron miembro de la Academia dei Lincei, y se dedicó a la observación de las manchas solares. En 1612 empezó a encontrar seria oposición a su teoría sobre el movimiento de la Tierra, que intentaba explicar después de Copérnico. En 1614, el padre Tommaso Caccini denunció las opiniones de Galileo sobre el movimiento de la Tierra desde el púlpito de Santa María Novella, juzgándolas de erróneas. Galileo se defendió en Roma de las cargas que habían hecho contra él, pero en 1616, fue amonestado por el Cardenal Bellarmino quien dijo que no debería defender la astronomía Copernicana porque iba en contra de la doctrina de la Iglesia. En 1622, Galileo escribió Saggiatore (El Ensayador), que fue aprobado y publicado el año siguiente. En octubre del año 1630 fue llamado por el Santo Oficio a Roma. El tribunal aprobó una sentencia condenatoria y lo condenó a retractarse solemnemente de su teoría. Lo mandaron al exilio a Siena y finalmente, en diciembre de 1633, se le permitió retirarse a su casa de Acetri (el Gioiello). Su salud fue decayendo: en 1638 estaba completamente ciego, y se vio privado de su hija, la hermana Maria Celeste, quien murió en 1634.
Galileo Galilei murió en Arcetri el 8 de Enero de 1642, a la edad de 77 años.
Descubrimientos astronómicos:
En 1600 Galileo descubre cosas sorprendentes cuando dirige su telescopio artesanal, construido por él mismo, a los cielos estrellados. Desde hacía 15 años, Galileo secretamente se había convertido en heliocentrista, es decir, que pensaba que la concepción copernicana explicaba mejor el Universo. Pero era una convicción teórica que no estaba apoyada por el sentido común. Pero cuando Galileo se pasa las noches mirando a los cielos con su telescopio, descubre cosas maravillosas nunca antes vistas por los humanos:
montañas en la Luna semejantes a las de la Tierra.
manchas en la superficie solar que contradecían la teoría de la perfección de los astros por encima de la Luna.
cuatro satélites que giraban alrededor de Júpiter, de forma similar a como lo hace la Luna alrededor de la Tierra.
las fases de Venus: creciente, menguante.....

LA FECHA: 1 DE MARZO DEL AÑO7 ANTES DE NUESTRA ERA

¿Pero existen bases suficientes para sostener que Jesucristo nació aproximadamente hacia esa fecha? Probablemente. Simplemente consideremos los siguientes factores. Parece extraño que si apareció un portento celeste como la "Estrella de Belén" solamente el evangelista San Mateo lo reportara, y no existen más escritos al respecto en la región. Esto se explicaría con nuestra conjunción fácilmente, pues al participar el Sol de esta conjunción, es obvio que ni Piscis, ni la luna y los planetas serían visibles durante el día y por lo tanto solo los sabios versados en astronomía y astrología tendrían conocimiento de tan inusual acontecimiento. Precisamente es aquí donde entran en relación los Reyes Magos (que probablemente provenían de Persia) y que eran capaces de calcular cuando ocurriría una conjunción de este tipo. Además, como en Persia predominaba la religión de Zoroastro, los Magos de oriente seguramente relacionaron la conjunción con una profecía de Zoroastro sobre la venida del Mesías, que junto con los textos de los profetas hebreos - principalmente Miqueas - señalaban que el mesías nacería en Belén de Judá.
También existen algunas leyendas en torno a la estrella de Belén. Según las crónicas bizantinas, se desplazó con parsimonia, siempre al costado derecho de los Reyes durante todo el viaje, muy baja, de modo que iba casi rozando las palmeras. La tradición persa dice, según P. Marckel, que la estrella era roja. El lapidario bizantino Teodoros Angelis, de acrisolada estirpe imperial, afirmó que al concluir su providencial cometido estalló espléndidamente como una flor de luz y los trozos se esparcieron y son hoy todos los rubíes que existen en la Tierra.
Y para concluir el último dato: la "Conjunción de Belén" tuvo lugar sobre la constelación del Piscis, en un periodo en el cual los astrónomos-astrólogos de la antigüedad consideraban se iniciaba la era de Piscis, y de allí su influencia en la religión que predominaría para esta era. Piscis simboliza el pez, un símbolo que caracteriza a la religión cristiana. ¡ Y Jesucristo es el pescador de hombres...!

EL SINCRETISMO RELIGIOSO DEL NACIMIENTO DE CRISTO



Sin duda alguna un acontecimiento importante en la historia de los Reyes Magos fue la aparición de la Estrella de Belén que los guiaría hasta el sitio donde nacería Jesucristo el Mesías. Por lo mismo su fecha de nacimiento es de vital importancia. Sin embargo no se conoce a ciencia cierta la fecha de su nacimiento. Sabemos que nació la noche de entre el 24 y 25 de diciembre del primer año de nuestra era"
El problema de la fecha ocasionó que en la antigüedad se llegaran a plantear 136 fechas diferentes, lo cual no ayudaba mucho para ponerse de acuerdo en las celebraciones religiosas.
Ciertamente los primeros cristianos no consideraban muy importante celebrar en determinada fecha la natividad pero predominantemente lo hacían el 6 de enero como lo continúan celebrando los ortodoxos griegos, etíopes y sirios, y que en menor medida conservan los católicos en su calendario litúrgico como la Epifanía o Manifestación del Mesías. Sin dar mayores detalles, San Clemente de Alejandría escribió que ciertos teólogos egipcios habían determinado que Jesús nació un 20 de abril o el 6 de enero. Lamentablemente no existe ningún registro de sus deducciones.
En realidad el 25 de diciembre fue oficialmente considerado como la fecha de Navidad por el Papa Julio I hacia el siglo IV por varias razones, entre las que destacaba el restar importancia a algunos ritos paganos que se celebraban en la misma fecha. También en la misma fecha los soldados romanos festejaban a Mitra, un dios védico cuyo culto se originó en la India y se extendió por Persia y alcanzó Roma













Adoración a los Reyes Magos, el Bosco.

Pero más que nada, la determinación del 25 de diciembre como la navidad tuvo razones simbólicas y sincréticas, debido a que ese día se celebraba el "Dies Natalis Invicti Solis" (día del nacimiento del Sol invicto), fecha de alegría establecida por el emperador Aureliano hacia el año 274. Hacia el 21 de diciembre. Ese día el Sol alcanza su punto más declinante hacia el sur y las noches son más largas (simbólicamente, las tinieblas vencen a la luz divina). Pero después de un corto periodo, el Sol remonta rumbo a la primavera con lo cual cada día las noches serán más cortas y la luz predomina. Esto simbolizaba para los antiguos un ciclo de pasión, muerte y resurrección en la cual la luz divina o la deidad solar vencía a las tinieblas del mal. Y no me negaran el divino simbolismo solar de se le ha atribuido a Cristo...
Fue así como se escogió el 25 de diciembre como la Navidad, pues era el nacimiento de un nuevo sol que con su luz se abriría paso entre las tinieblas.
Pero el problema del nacimiento de Cristo, no se remonta exclusivamente a un día del año. ¡Incluso el año se calculó mal! Hacia el año 526 de nuestra era, el uso de dos calendarios distintos en oriente y occidente produjeron una desigualdad de cómputo tan grande que fue necesario unificarlos. Para corregir las diferencias entre el calendario judío y el romano, el papa Juan I recurrió al monje Dionisio el Exiguo para que realizara los estudios de cronología necesarios para uniformizar el cómputo y evitar que la pascua se celebrara en dos fechas distintas, el mismo año. Dionisio, era un monje nacido hacia el año 460 en Escitia. Era famoso por su erudición, y anteriormente se había encargado de investigar la fecha de los concilios de Oriente, además de traducir del griego diversas obras teológicas. Para la nueva misión, consultó todas las obras escritas por los antiguos cronógrafos que se conservaban en las bibliotecas de Roma. En aquel entonces el cómputo de los años se regía por el llamado calendario diocleciano, impuesto por el emperador Diocleciano y que arrancaba, no desde la fundación de Roma, sino desde el inicio de su mandato (284-313). Dionisio el Exiguo consideraba poco conveniente que el mundo cristiano contara los años a partir de la era de un conocido "perseguidor impío de la iglesia" y prefirió en contra partida iniciar un cómputo a partir del nacimiento de Cristo.
Ocurre que cuando se uniformizaron los calendarios de oriente y occidente, Dionisio el Exiguo fijo la fecha del nacimiento de Cristo hacia el año 753 de la fundación de Roma. Pero no tomó en cuenta un pequeño detalle: ¡Herodes el Grande había muerto en el 750, cuatro años antes! Es obvio que el venerable monje cometió un soberano resbalón. Con ello, Cristo debió nacer hacia el 748 o 749 de la fundación de Roma, uno o dos años antes. Tal parece que Dionisio no se dio cuenta de su equivocación. Su obra "Sobre la Pascua" que popularizo su calendario fue aceptado en todo el mundo cristiano. Dionisio el Exiguo murió entre el 537 y el 555.Aunque Beda tenía ciertas dudas sobre la exactitud del calendario de Dionisio, tal parece que nunca se dio tiempo de verificarlo. La Iglesia francesa asumió el sistema de cómputo en el 742 por medio del "Concilium Germanicum" y posteriormente las Iglesias de Hispania e Italia. Irónicamente fue Roma la ultima en adoptarlo, puesto que continuaban con el cómputo introducido por Constantino en el año 312. Seria en el siglo IX cuando Roma se adaptaría al "cómputo cristiano" con todo y su "error".
Y el error en el cómputo prevalece hasta la actualidad...
Por el error en la muerte de Herodes, la era cristiana parecía desfasada cuatro años del verdadero nacimiento de Jesucristo. Por si fuera poco, recordaremos por las escrituras, que Herodes ordenó matar a todos los niños menores de dos años, lo cual nos indica que Jesús ya estaba algo crecido. Hasta aquí es de suponerse que el año del nacimiento de Cristo se remonta al año 6 antes de nuestra era. Si a esto le agregamos que el edicto de empadronamiento que ordenó el emperador Augusto, al que tuvo que acatar José y dirigirse a Belén, fue promulgado en el año 8 "antes de Cristo", nos da un rango de fechas en los cuales podemos tener la seguridad de no errar.
Hasta este momento todo lo que estamos obteniendo a partir de una investigación histórica, pero a partir de aquí utilizaremos una curiosa relación que de otra forma jamás obtendríamos la fecha del nacimiento de Cristo. Emplearemos astronomía, astrología, religión y tradición. Recordemos que en aquel tiempo la astronomía y la astrología aún estaban unidas, y que ciencia y religión no estaban tan desvinculadas en la mente del hombre como creemos que están ahora.


LOS AZTECAS




Los aztecas provocaban las llamadas guerras floridas, las cuales eran sacrificios humanos, consistía en arrancarles el corazón, y la sangra del prisionero se la ofrecían al DIOS sol, pues creían que al ofrecerle esta sangre le daban fuerza al sol, para seguir su camino en la noche y aparecer de nuevo en el horizonte. (Vencer la oscuridad)

Tenían una religión politeísta (muchos dioses), porque gracias a la astronomía pudieron determinar con gran precisión las revoluciones del sol, de la luna, de Venus, y, tal vez, de Marte. Los dioses aztecas no tenían un sitio definido, pues podían ubicarse tanto en el cielo como en el mundo cotidiano y tener un carácter bondadoso y maléfico al mismo tiempo.
La observación de los cielos les permitió realizar agrupaciones de estrellas en constelaciones, aunque no coinciden con las nuestras. Analizaban la frecuencia de los eclipses de sol y luna y conocieron la existencia de los cometas. Todo esto les permitió crear su complejo calendario azteca.Aunque cada fenómeno atmosférico era asociado a un dios, la observación de su entorno les permitió también desarrollar conocimientos de meteorología “Ciencia que estudia el estado del tiempo y los meteoros en la atmósfera terrestre.” y así predecir las heladas o establecer las características de los vientos dominantes.

TRAS LA ESTRELLA DE BELEN



El problema inicia al considerar lo siguiente: ¿Qué fue la estrella de Belén? En este punto hay infinidad de hipótesis para todos los gustos, desde las más ortodoxas a las más descabelladas. Por ejemplo podríamos hablar de una estrella espontánea y de origen divino, o de un objeto volador no identificado (definición científica que poco o nada tiene que ver con los "platillos voladores"), pero hay otras hipótesis que consideramos como más viables. Dentro de la astronomía se postula que la estrella de Belén pudo ser un cometa muy luminoso que surcó los cielos de la época o una estrella que explotó como una colosal supernova. Sin embargo estas hipótesis se debilitan ante los hechos conocidos. Primero, no existe registro de ningún cometa luminoso en aquella época, además de que los antiguos (y uno que otro ignorante moderno) consideraban a los cometas como signos de catástrofes. Es segundo término, no existe ningún registro de una explosión de supernova para esa época, la cual habría sido registrada por las diversas civilizaciones del planeta, como ha ocurrido con portentos semejantes en otras fechas.
Descartadas ambas hipótesis, consideremos ahora una valiosa ayuda lingüística. Los textos evangélicos al referirse a la estrella de Belén utilizan la palabra latina "stella" que significa indistintamente estrella, grupo de estrellas, constelación o conjunción. Por lo tanto bien pudo ser más bien una conjunción de estrellas o planetas. Basándonos en esta hipótesis todo es cuestión de utilizar una computadora con el programa adecuado para localizar una conjunción importante que haya sido presente entre los años 8 y 6 antes de nuestra era.
El Sol, la Luna y cuatro planetas, los mas brillantes del firmamento, se reunieron prácticamente en la constelación de Piscis. Allí encontramos al Sol y la Luna siendo escoltados por los planetas Júpiter, Saturno y Venus. Todos ellos en la constelación de Piscis. Mientras que en la vecindad se encuentra Mercurio en la frontera entre Piscis y Acuario. ¡Esta es la "Stella de Belén"! ¡En otras palabras "La conjunción de Belén"!